4º de Primaria

Viernes, 27 de marzo de 2020.

Película: Historia de Semana Santa




La Más grande Historia de Amor




Cantamos Aleluya (Unai Quirós)




Canción: Jesús Resucitó 

MANUALIDADES: Resurrección de Jesús.











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Entradas antiguas.

Después de haber estado trabajando sobre el perdón, los niñ@s de cuarto curso han escrito cuentos con este tema. Éste ha sido realizado por una compañera de 4º A. Muy bien, te felicito por tu trabajo.

EL NIÑO CELOSO

Eduardo contó en clase lo que había hecho el fin de semana. Había hecho algo muy “chulo”; ¡se había ido de pesca con su abuelo!.

Fernando sintió envidia y cuando Eduardo terminó, se levantó y se inventó que el fin de semana había ido de caza con su abuelo. Todos se quedaron asombrados.
Después, en el recreo, reflexionó y pensó: “Tenía tanta envidia que he mentido. Mis compañeros son siempre sinceros conmigo. ¡Qué desilusión se van a llevar!”. “Nunca volveré a mentir. La próxima vez si quiero contar algo “chulo” diré la verdad”.

Cuando volvió del recreo le pidió perdón a su profesor, a Eduardo y a todos sus compañeros. Además, se ofreció a ayudar a Eduardo en las tareas.

El profesor castigó sin recreo durante dos días a Fernando y su madre, al enterarse, le castigó sin propina. Él lo aceptó porque le pareció justo.

FIN.


Ana Espino Soler, 4º A.   







EL HOMBRE QUE ENCONTRÓ LA FELICIDAD.

     Un hombre, harto de llorar, miró a su alrededor y vio que tenía delante de sus ojos la felicidad. Estiró la mano y quiso cogerla... La felicidad era una flor. La cogió. Y, nada más tenerla en sus manos, la flor se deshojó. La felicidad era un rayo de sol. Levantó sus ojos para calentar su cara, y enseguida una nube lo apagó. La felicidad era una guitarra. La acarició con sus dedos, pero de pronto se desafinó. Cuando al atardecer volvió a su casa, el hombre seguía llorando. A la mañana siguiente, seguía buscando la felicidad. A la orilla del camino había un niño que lloraba. Para tranquilizarlo tomó una flor y se la dio. La fragancia de la flor les perfumó a los dos. Encontró una pobre mujer, que temblaba de frío. La llevó hasta el sol y también él se abrigó. Un grupo de niños cantaba. Les acompañó con su guitarra, y con aquella melodía él también disfrutó. Al volver a casa por la noche, el hombre sonreía de verdad. Por fin, había encontrado la felicidad. 
(Anónimo)

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